Ubicado sobre una de las calles mas tradicionales de City Bell, el edificio está implantado en un amplio y forestado predio del casco urbano.
Con la intención de preservar y respetar el contexto urbano y natural del barrio, se tomó la decisión de implantar el conjunto alejado del frente municipal.
El diseño escalonado de la volumetría del edificio permite lograr que todas las viviendas dispongan de un mayor asoleamiento y visuales extendidas del frondoso paisaje.
El acceso al conjunto se caracteriza por una lograda transición entre el espacio público y el privado, mediante un recorrido peatonal que atraviesa el arbolado jardín con pileta, vinculando la calle 472 con el hall del edificio.
Los 18 departamentos que componen el conjunto poseen amplias terrazas privadas con vistas hacia el jardín, y una superficie que varía desde 100 a 125 metros cuadrados.
Los materiales elegidos para las terminaciones exteriores fueron el hormigón a la vista, la madera y el vidrio, logrando de esta manera un lenguaje arquitectónico simple y contemporáneo.